Esta pieza tradicional de la orfebrería lusa, en su origen de inspiración religiosa, hace referencia a la ciudad de Viana do Castelo situada en el norte de Portugal.

Su forma tan característica se trabaja a través de un arte milenario - la filigrana. Parecido a un encaje muy fino y calado, las delicadas joyas - medallas o pendientes - creadas con esta técnica han sido usadas durante mucho tiempo como accesorios valiosos para ocasiones especiales. Transmitidas de generación en generación, se encuentran en los trajes tradicionales de la región portuguesa del Minho y Douro Litoral.

Su gran particularidad, además de la complejidad de su decoración, es la existencia de una contracurva en uno de sus lados, que le confiere una belleza contemporánea y festiva. Esta combinación de forma (corazón) y material (oro o plata) ha convertido la imagen del Corazón de Viana en un símbolo de la filigrana portuguesa y en un icono de Portugal ya que representa su historia, cultura y tradición.

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