El Lenço dos Namorados (Pañuelo de los Enamorados) tiene su origen alrededor del siglo XVII en el norte de Portugal, sobretodo en la región del Minho. También conocido como “Lenço de Pedido”, era una parte importante de la conquista romántica de la pareja.
La historia cuenta que la joven en edad de casarse bordaba un paño blanco de algodón o de lino fino y en él expresaba los sentimientos hacia su amado. El bordado era abundante en motivos florales, símbolos de amor y mensajes en verso. Cada motivo tenía su propio significado. Así, una llave representaba abrirle el corazón al amado. Un pajarito, el mensajero de los secretos. Un corazón, símbolo de amor. Una cruz, el deseo de casarse. Un barco, la promesa de regresar o el anhelo por volverse a ver, relacionado con el enorme flujo migratorio de la época.
Repletos de simbolismo, estos coloridos pañuelos tienen otra singularidad: los versos eran bordados con errores ortográficos de lo más variado, ya que las jóvenes de aquella época, con poca o ninguna formación, hacían una transcripción fonética del modo de hablar regional. Una vez terminado, el lenço (pañuelo) llegaba discretamente a las manos de su namorado (novio o enamorado). Si el joven destinatario usaba el pañuelo en público en un sitio visible de su vestimenta, significaba que se había iniciado una relación amorosa que muchas veces acabaría en matrimonio. Si el sentimiento no era correspondido, el pañuelo debía ser devuelto a la joven.
Con el paso del tiempo, esas coloridas historias bordadas en paños fueron guardadas en armarios y cajones, convirtiéndose en un hermoso recuerdo de la historia romántica y personal de muchas familias. Hoy en día, el Lenço dos Namorados sigue siendo un regalo auténtico y tradicional como símbolo de amor o amistad verdadera.